Se ha hablado mucho acerca de la “Lucha por los $15”, un movimiento respaldado por los sindicatos en pro de elevar el salario mínimo hasta los $15 por hora. Pero la Oficina de Estadísticas Laborales estima que sólo alrededor de 551,000 empleados (de los más de 77 millones de trabajadores por horas) con más de 25 años ganan un sueldo de principiante.
La mejor forma de ayudarlos es elevar el techo salarial, no la base salarial de los principiantes, preparándoles así para oportunidades laborales mejor remuneradas.
Los trabajos de clase media, que a menudo requieren una educación superior a la secundaria, pero no un diploma de cuatro años, componen la mayoría del mercado laboral. Según la National Skills Coalition, casi el 50% de todos los puestos vacantes durante los próximos cinco años serán de clase media. Sólo este año, se prevé que se sumarán otros 2.5 millones de empleos de clase media al mercado de trabajo, lo que representará en torno al 40% de todo el crecimiento laboral.
Estos empleos tienen una remuneración aproximada de $50,000 anuales. Por ejemplo, existen actualmente unas 100,000 vacantes de técnicos en automoción, que ofrecen un salario promedio para ese sector de $46,000. En muchas ciudades, los empleos de clase media mejor pagados incluyen terapeutas radiológicos, instaladores y reparadores de ascensores e higienistas dentales, todos ellos con un sueldo promedio de más de $70,000. Sin embargo, menos de la mitad de los trabajadores se forman para alcanzar el nivel de habilidades medio, lo que los mantiene en puestos de trabajo para principiantes.
Las normativas públicas deberían promocionar estos empleos de $50,000 anuales ofreciendo programas de formación y fomentando que los empleadores contraten a más empleados, de modo que puedan labrarse su camino a través de la escalera profesional y adquirir nuevas habilidades de cara a un mejor salario. Los gravosos requisitos salariales de los trabajos para principiantes impiden en última instancia que los trabajadores aprovechen oportunidades laborales mejor remuneradas, al reducir las valiosas oportunidades de obtener un primer empleo.
Un buen trabajo es imposible si antes no se tiene un primer empleo.