La élite de izquierda de Estados Unidos arremete contra el Colegio Electoral cada vez que pierde. Como era de esperarse la izquierda, tan amante de la “democracia”, reacciona con furia de cómo es posible que exista un sistema electoral como éste y se lanza a publicar columnas pidiendo eliminar el Colegio Electoral. Como ya antes he defendido, creo que la democracia no es la gran cosa y el Colegio Electoral es un sistema que está diseñado para proteger contra la tiranía de la mayoría. Además es un instrumento que salvaguarda la Unión federal.
La reacción de la izquierda en contra del Colegio Electoral es de esperarse pero me parece que denota mucha falta de conocimiento. Este sistema fue el que los Padres Fundadores escogieron después de profunda meditación. Cuando defiendo el Colegio Electoral como sistema para elegir presidente, siempre hago el siguiente planteamiento: “El electorado de Estados Unidos no elige al presidente, sino que el electorado de los estados de Estados Unidos elige al presidente”. Es un planteamiento que puede ser confuso, pero enfatiza que Estados Unidos no es un Estado unitario, sino una nación diversa de estados grandes y pequeños. Como dice la Dra. Miryam Lindberg: “Son 50 países en uno. Son estados, unidos para su mutua protección, pero con su propia idiosincracia”.
La izquierda dice que por qué un voto de la Florida tiene que ser más valioso que uno de California. Obviamente es un argumento válido. Sin embargo, lo contrario sería lo cierto porque los votos de California, el estado de mayor población de la nación, es más valioso que el de Montana.
Es que en realidad el Colegio Electoral asegura la cohesión de la Unión federal, no permite que estados de mayor dimensión dominen desproporcionadamente a los más pequeños. Esto obliga a los candidatos a hacer campaña en más estados; si fuera por el voto popular nada más, los candidatos irían solamente a los estados grandes o la elección la determinarían unos cuantos condados populosos. El Colegio Electoral centraliza la importancia de los estados en la nación y la elección de presidente. También esto puede comenzar a crear una narrativa peligrosa en donde los estados pequeños utilicen cuestionamientos nacionalistas en el sentido de que es injusto que los estados grandes les impongan un presidente por el cual no votaron. El Colegio Electoral protege a la Unión federal de esta retórica y permite que los electores de estados pequeños vean que sus votos son importantes.
El Colegio Electoral también es parte del sistema que los Padres Fundadores diseñaron para evitar la tiranía de la mayoría. No es un sistema antidemocrático como la izquierda contiende sino que es uno que permite que el candidato tenga mayor legitimidad por la necesidad de ganar tantos estados para llegar al número mágico de 270. Recordemos que Estados Unidos es una unión de estados. Los sabios principios que cimientan esta nación hacen de ella algo excepcional. El Colegio Electoral es una institución que se basa en esos principios y no lo debemos eliminar.