Al aprobar la Ley Americana del Cuidado de la Salud (AHCA) con un voto de 217-213, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha dado un paso importante en el proceso de derogación y reemplazo de Obamacare.
Ahora le toca actuar al Senado.
De camino a este exitoso resultado, el Comité de Normas de la Cámara aprobó una enmienda que permite a los estados invertir la trayectoria ascendente de las primas en sus mercados de seguros médicos.
La política correcta es liberar a los estados de los mandatos de Obamacare. Éste es un paso en esa dirección.
La enmienda de Tom MacArthur (R-NJ) daría al secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS) la autoridad para conceder a los estados que lo necesiten una exención de las costosas reglas y mandatos de Obamacare.
Con el fin de obtener una exención de estas reglas federales de seguros, la enmienda especifica que los estados deben establecer un seguro de alto riesgo para las personas con condiciones preexistentes, un programa para estabilizar esas primas o participar en un nuevo programa federal de riesgo compartido diseñado para asegurar la cobertura continua y la estabilidad del mercado.
Tal como está redactado hoy, la exención de estas regulaciones federales sería prácticamente automática. En resumen, los estados tomarían las decisiones reguladoras clave sobre los beneficios y las reglas de Obamacare.
Una segunda enmienda, ofrecida por Fred Upton (R-MI) y Billy Long (R-MO) agrega $8,000 millones durante 2018-2023 al Fondo Estabilizador para Pacientes y Estados a los existentes 130,000 millones de dólares (lo que suma alrededor de $138,000 millones) .
Especifica que estos fondos adicionales serán utilizados por los estados que han recibido una exención de las reglas federales (bajo la Enmienda MacArthur) para ayudar a las personas con mayores costos en su atención médica.
Una buena base
La acción de la Cámara de Representantes debe entenderse como parte de un proceso continuo de reforma médica a nivel nacional.
Según las enmiendas, el proyecto de ley de la Cámara se centra correctamente en las costosas reglas del seguro médico, hace cambios históricos en Medicaid transformando Medicaid de un derecho abierto a un programa presupuestado y deroga las multas que imponía Obamacare así como sus impuestos.
De hecho, el proyecto de ley de la Cámara de Representantes contempla una de las mayores reducciones de impuestos a la fecha.
Siguiente paso: El Senado
Aunque el proyecto de ley de la Cámara de Representantes es una gran mejora con respecto a la legislación vigente, el Senado puede hacerlo incluso mejor.
En primer lugar, el Senado debe iniciar la reforma del impuesto federal para el seguro médico.
La Cámara no ha podido derogar el llamado «Impuesto Cadillac» en los planes médicos grupales de «alto valor» y se trata de un impuesto especial del 40% (que entra en vigor en 2020) para todos los que exceden $10,800 para cobertura única y $29,100 para cobertura familiar.
El proyecto de ley de la Cámara sólo retrasa la aplicación del impuesto hasta 2026. El Senado debería en vez derogar el impuesto y reemplazarlo con un simple tope en la exclusión de impuestos para el seguro grupal.
Esto no obligaría a los empleadores a modificar sus planes, sino que limitaría la cantidad de beneficios que están libres de impuestos, al igual que la ley actual limita todas las otras compensaciones laborales antes de impuestos.
Los economistas, independientemente de sus perspectivas políticas, concluyen en general que tal medida reduciría los costos médicos en todo el sistema.
En segundo lugar, el Senado debería abordar las disposiciones de Medicaid. El Senado debería revertir rápidamente la expansión de Medicaid y ofrecer una alternativa.
La mejor alternativa es un sólido programa de apoyo premium para la población sana de Medicaid, lo que les permite inscribirse en planes privados y asegurar el mismo acceso a los médicos y la calidad de la atención de la que disfrutan sus conciudadanos.
Por último, el Senado debe reconsiderar las disposiciones de cobertura continua del proyecto de ley de la Cámara de Representantes.
Para el mercado individual, la mejor opción sería que el Senado adopte las reglas que rigen el seguro grupal actualmente y vincular la prohibición de las exclusiones de condiciones preexistentes al requisito de que las personas mantengan una cobertura continua.
El sector de la salud en la economía de Estados Unidos es de aproximadamente $3.2 billones. Es enorme, complejo y de rápido crecimiento. Ningún proyecto de ley puede o va a lograr una reforma integral, es un proceso continuo.
La Cámara de Representantes ha hecho lo suyo con un buen comienzo. Ahora, es hora de que el Senado haga su trabajo.
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