El World Economic Forum acaba de confirmar que las mujeres están alcanzando el mismo nivel salarial en los cargos ejecutivos. En Gran Bretaña y Estados Unidos, se está reduciendo drásticamente la llamada brecha salarial cuando se toman los datos de estos profesionales.
El estudio se ha centrado en los datos de 6.000 personas de Gran Bretaña y EE.UU. que ganan al año más de 100.000 dólares. Solamente de marzo a septiembre de este año, la brecha salarial ha caído del 22% al 12% en las Islas Británicas, mientras que en EE.UU. baja del 8% al 2%. Mediante una herramienta online, estos trabajadores han ido introduciendo sus datos salariales periódicamente y así ha logrado el estudio sacar esto a la luz.
Sin embargo, ambos países no son los que más directivas tienen. La investigación de Women Business revela que los países con mayor proporción de mujeres en puestos directivos son Rusia (47%), Indonesia (46%), Estonia (40%), Polonia (40%) y Filipinas (40%). Los países con la menor proporción de mujeres en puestos directivos son Japón (7%), Argentina (15%), India (17%), Alemania (18%), Brasil (19%) y Reino Unido (19%).
En otro estudio más reciente, Letonia, Polonia y Eslovenia son los tres estados miembros de la Unión Europea con mayor porcentaje de mujeres en los puestos directivos de las empresas. Aunque en ninguno de ellos se alcanza el 50%, en el caso letón se acercan mucho, ya que el 47% de los cargos de responsabilidad son ocupados por féminas. En segundo y tercer lugar, Polonia y Eslovenia empatan con un 41%. Algo que no deja de ser sorprendente teniendo en cuenta las propuestas de Alemania e Islandia, donde se ha aplicado una política de cuotas en las empresas que no ha servido de mucho, ya que están en la parte baja de la tabla.
Curiosamente, en aquellos estados donde no hay políticas de cuotas de género es donde más mujeres hay en puestos directivos. Esto se debe en parte a las propias legislaciones de los países. Por ejemplo, en la mayoría de los países nórdicos los permisos por maternidad son de un año o superior al año. Esto hace que muchas empresas no quieran contar con mujeres en puestos clave, ya que una baja tan prolongada puede ser difícil de remplazar. Además, y tal y como explicó el Instituto CATO, las propias políticas sobre el empleo público ha hecho que muchas féminas ocupen puestos funcionariales en proporción a los varones creando ellos mismos un techo de cristal.