Hoy, por todo el país, los oradores honrarán el legado de Martin Luther King. Probablemente citarán fragmentos del arrollador discurso “Tengo un sueño” y de la conmovedora “Carta desde la cárcel de Birmingham”.
Pero ¿qué hizo posible que King lograra tantas cosas? Profundicemos en los orígenes de su creencia en que los hombres y mujeres de todas las razas nacen con los mismos derechos y libertades.
King explicaba que “al igual que el apóstol Pablo dejó su pueblo de Tarso y llevó el evangelio de Jesucristo hasta los más remotos rincones del mundo grecorromano, también yo estoy obligado a llevar el evangelio de la libertad más allá de mi propia localidad natal”.
La fe de King fundamentaba todo lo que hacía y su visión de Estados Unidos procedía directamente de sus ideales cristianos. “Si estamos equivocados, la Constitución de Estados Unidos está equivocada”, afirmó. “Si estamos equivocados, Dios todopoderoso está equivocado”.
El cristianismo enseña que las personas deben amarse las unas a las otras, e incluso antes de que empezara su cruzada en pro de los derechos civiles, King predicó frecuentemente sobre que las personas deben amar a sus enemigos y perdonar a aquellos que intentan perjudicarlas. Todas las marchas, concentraciones y boicots que organizó se caracterizaron por la no violencia, puesto que nacían de la esperanza y el amor cristianos.
King apeló a los americanos “para que miraran en profundidad dentro de cada hombre y vieran dentro de él algo de divinidad”. Su fe en Dios le dio fe en sus compatriotas americanos. Y éstos probaron ser merecedores de ella. En el transcurso de una generación, “los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos propietarios de esclavos” eran finalmente tratados como iguales ante la ley.
Aunque King hablaba abiertamente acerca de su fe, en la actualidad hay una presión para desechar la religión en el debate público. Estos activistas parecen no entender bien la Primera Enmienda. Actúan como si ésta proporcionara libertad frente a la religión (para ellos), en lugar de libertad de religión (para todos). Por ejemplo, justo la semana pasada, un grupo de Oklahoma presentó una demanda alegando que la mayoría de los Diez Mandamientos en realidad viola las leyes estatales y federales.
Por desgracia, esto también se extiende al legado de King. Hay 16 citas en su monumento conmemorativo de Washington DC. Varias provienen de sermones y una es una cita de un versículo de la Biblia; sin embargo, no hay mención de Dios o la fe.
Por ello, hoy en el día feriado en su honor, dejemos que sus palabras sean un recordatorio apropiado de la conjunción entre la fe y la acción política. “Todos los hombres, creados a imagen y semejanza de Dios, están unidos de manera inseparable”, escribió King en 1956. “Esto se halla en el mismo corazón del evangelio cristiano”. Como también se halla en el corazón del credo americano.
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