La Casa Blanca anunció su propuesta de reforma tributaria que reduciría las tasas impositivas y reduciría el número de tramos de impuestos. El plan también reduciría el número de deducciones fiscales.
Cuando un periodista preguntó si la dedución de los impuestos estatales y locales sobre la renta también se eliminaría, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, respondió: «Sí».
«En lo individual, vamos a eliminar todas las deducciones de impuestos que no sean intereses hipotecarios y deducciones caritativas», dijo Mnuchin en una conferencia de prensa en la Casa Blanca este miércoles.
Los republicanos de la Cámara ya estaban considerando la posibilidad de eliminar la deducción de los impuestos estatales y locales, lo que podría afectar desproporcionadamente a la gente adinerada en estados azules con alta presión fiscal, como Nueva York y California.
Esta deducción federal básicamente alienta a los estados a aumentar los impuestos, afirma Jonathan Williams, economista en jefe de American Legislative Exchange Commission, una organización de normativa pública especializada en lo estatal. «La actual política subsidia a los estados que imponen altos impuestos. Utilizar esos ingresos para pagar por los recortes de impuestos en todos los ámbitos es un paso en la dirección correcta», agregó Williams.
El plan tributario de Trump reduciría el número de tramos fiscales de siete a tres – 10%, 25% y 35%. El plan no gravaría los primeros 24,000 dólares en ingresos que gane una pareja – es el doble que la deducción estándar actual.
El plan Trump derogaría el impuesto mínimo alternativo (AMT), eliminaría gradualmente el impuesto a la muerte (formalmente conocido como impuesto de sucesiones) y derogaría el impuesto extra del 3.8% sobre la inversión que se impuso para financiar Obamacare.
En cuanto a las empresas, el impuesto sobre sociedades se reducirá del 35% al 15%. Además, el gobierno sólo gravaría los ingresos de una empresa obtenidos dentro de Estados Unidos, no los ingresos ganados en el extranjero. Esto es lo normal en otros países y se conoce como «sistema tributario territorial«.
El secretario Mnuchin calificó el actual impuesto sobre sociedades del 35% como «quizás el impuesto a las empresas más complicado y no competitivo del mundo».
Dijo que anticipa que la propuesta devolvería a Estados Unidos a más del 3% de crecimiento sin impacto adverso sobre la deuda o los ingresos. Durante la mayor parte de la administración Obama, el crecimiento económico nunca llegó al 3% en ningún año.
«Este plan reducirá la relación entre deuda y [producto interno bruto]. El plan económico de Trump haría crecer la economía, creará ingentes ingresos fiscales», dijo Mnuchin.
Gary Cohn, director del Consejo Económico Nacional y principal asesor económico de Trump, dijo a los periodistas que la reforma tributaria es una «oportunidad única para hacer algo realmente grande».
La última reforma se llevó a cabo en 1986.
El plan es una reducción neta de impuestos, dijo Williams, y la reforma fundamental expulsa el clientelismo del código tributario, lo que podría ayudar a Trump a cumplir otra promesa más.
Williams concluyó diciendo:
Drenar el pantano del código tributario es una buena manera de deshacerse de todas esas lagunas que usan los grupos de interés.
Cohn añadió:
En 2017 todavía seguimos atados al sistema de impuestos sobre sociedades de 1988. Es por eso que somos uno de los países menos competitivos del mundo desarrollado cuando se trata de impuestos. Por lo tanto, hace mucha falta esta reforma tributaria ya.
Cohn concluye: “Esto no será fácil. Hacer cosas grandes nunca lo es. Nos atacará la izquierda. Nos atacará la derecha. Pero una cosa es cierta. Nunca, jamás apostaría contra este presidente”.
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