¿Quién paga más impuestos en Estados Unidos?

Los políticos explotan la ignorancia del público. Pocas áreas de ignorancia pública ofrecen tantas oportunidades para la demagogia política como los impuestos.

Hoy en día, algunos políticos argumentan que los ricos deben pagar su “parte justa” y etiquetar los cambios propuestos a la ley tributaria como recortes de impuestos para los ricos.

Entonces veamos quién paga qué, con miras a intentar responder a esta pregunta: ¿Pagan los ricos su parte justa?

De acuerdo con los últimos datos del IRS, el pago de impuestos a la renta es como sigue;

El el 1% de los que más ganan, aquellos que tienen un ingreso bruto anual ajustado (AGI) de $480,930 o más, pagan alrededor del 39% de los impuestos federales sobre la renta. Eso significa que aproximadamente 892,000 americanos son los que tienen que pagar el 39% de todos los impuestos federales.

El 10% de los que más ganan, aquellos que tienen un ingreso bruto ajustado de más de $138,031, pagan aproximadamente el 70.6% de los impuestos federales sobre la renta.

Aproximadamente 1,7 millones de estadounidenses, menos del 1% de nuestra población, pagan el 70.6% de los impuestos federales sobre la renta. ¿Es eso justo o Ud. cree que deberían pagar más?

Por cierto, ganar $500,000 al año no significa que uno sea rico. Ni siquiera alcanza para yates.

Pero la cuestión de la equidad va más allá. El 50% inferior, los que menos ganan y tienen un ingreso bruto ajustado de $39,275 o menos, pagan el 2,83% de los impuestos federales sobre la renta.

Por si no lo sabía, 37 millones de contribuyentes no tienen ninguna obligación tributaria. El Tax Policy Center estima que el 45.5% de los hogares no pagarán impuestos federales sobre la renta este año.

Hay un grave problema político cuando tantos americanos tienen tan poco que perder en el tema tributario. Estos estadounidenses se convierten en votantes naturales de políticos gastadores. Después de todo, si uno no paga impuestos federales, ¿qué le va a importar que los políticos gasten a manos llenas?

Además, si no paga impuestos federales, ¿por qué tendría que alegrarme por los recortes de impuestos? ¿Qué gano yo con eso? En realidad, es posible que uno vea los recortes de impuestos como amenaza para los programas de redistribución de la riqueza.

Estados Unidos tiene un impuesto del 38.91% sobre las ganancias empresariales — el cuarto más alto del mundo. La Cámara de Representantes ha propuesto que se reduzca al 20%. Hay incluso algunos miembros del Congreso pidiendo que sea el 15%.

Los traficantes políticos de la nación se oponen a ello, aduciendo que las empresas deben pagar su parte justa de los impuestos. La verdad del asunto — algo que incluso los economistas izquierdistas entienden, aunque no lo admitan públicamente— es que las empresas no pagan impuestos.

Hay un área temática importante en economía que se llama incidencia impositiva. Sostiene que la entidad sobre la que se aplica un impuesto no necesariamente soporta toda su carga. Parte de esto se puede trasladar a otra parte.

Si se aplica un impuesto a una empresa, ésta tendrá una de cuatro reacciones o alguna combinación de las mismas: Aumentará el precio de su producto, reducirá los dividendos, reducirá los salarios o despedirá a los trabajadores. En cada caso, una persona de carne y hueso soportará la carga impositiva.

Lo importante aquí es que las empresas son ficciones legales y, como tales, no pagan impuestos. Las empresas son simplemente recaudadoras de impuestos para el gobierno.

A los políticos les encanta engañar a las personas sugiriéndoles que impondrán impuestos no sobre ellos, sino sobre alguna otra entidad. Podemos personalizar el truco hablando de los impuestos a la propiedad.

Imagine que Ud. es propietario de una casa y un político le dice que no le va a cobrar impuestos a Ud, sino a la propiedad y tierra que Ud. posee. Allí puede ver fácilmente las argucias políticas. La tierra y la propiedad no pueden y no pagan impuestos. Recuerde, sólo las personas pagan impuestos. El mismo principio se aplica a las empresas.

También hay otro aspecto sobre los impuestos que por lo general no se toma en cuenta. Según un estudio de 2013 del Centro Mercatus de la Universidad de Virginia, los americanos gastan hasta $378,000 millones anuales en gastos de contabilidad relacionados con la tributación, y en 2011, se gastaron más de 6,000 millones de horas tratando de cumplir con todos los requisitos que impone el código tributario.

Esa cantidad de horas equivale a las horas anuales de una fuerza laboral de 3,4 millones de personas, o la suma total del personal que tienen cuatro de las compañías más grandes de Estados Unidos: Wal-Mart, IBM, McDonald’s y Target.

Por tanto, junto con los recortes de impuestos, la simplificación tributaria debería estar en la agenda.

 

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