Antes de seguir con el caso por los valores judeocristianos, es momento de contestar una pregunta hecha con frecuencia por judíos, cristianos y otros: ¿Cómo es eso de los «valores judeocristianos» cuando el judaísmo y el cristianismo tienen creencias distintas, a veces hasta mutuamente excluyentes?
La respuesta más importante es que creencias y valores no son lo mismo.
Claro que el judaísmo y el cristianismo tienen algunas creencias distintas. Si tuviesen las mismas, serían la misma religión. El término en sí «judeocristiano» implica que no son lo mismo. Las dos religiones tienen algunas creencias distintas y ocasionalmente hasta algunos valores distintos.
Por ejemplo, el cristianismo cree en una trinidad en la que el judaísmo no cree. Es una diferencia teológica importante, pero no tiene mayor impacto en los valores. Igualmente, el cristianismo cree que el Mesías ha venido mientras que el judaísmo cree que aún no ha venido. Como teólogo judío, me fascinan las diferencias entre religiones. Pero estoy mucho más preocupado con los hechos de la vida real, del bien y del mal, y es allí donde los valores judeocristianos hacen su entrada.
Ambas religiones están basadas en el Antiguo Testamento; tanto para el judaísmo como para el cristianismo, este texto es divino o ha sido inspirado por la Divinidad. Entonces, compartirán claramente valores a menos que uno de ellos diga que el Nuevo Testamento rechaza los valores del Antiguo Testamento. Pero eso es insostenible ya que Jesús era judío creyente y practicante, además que el cristianismo cree que el Antiguo Testamento es Palabra de Dios. Jesús no practicaría una religión cuyos valores o cuya Biblia rechazase.
Por tanto, una manera de entender los valores judeocristianos es como valores que emanan de un cristianismo basado en el judaísmo. Los cristianos siempre han tenido la potestad de: 1) Rechazar las raíces judías del cristianismo (que cuando se hace, da lugar al antisemitismo cristiano); 2) Ignorar esas raíces; 3) Conmemorarlas y adaptarlas como suyas. Los cristianos americanos optaron por la última opción mucho más que ningún otro grupo cristiano.
Durante mucho tiempo de la historia cristiana, la mayoría de cristianos o bien ignoraron o bien negaron los orígenes judíos del cristianismo así como el judaísmo de Jesús y sus apóstoles. De esta manera fue como muchos cristianos pudieron racionalizar su antisemitismo y también por qué Europa se identifica como «cristiana» pero no como «judeocristiana» como sí lo hace Estados Unidos.
También es cierto que a medida que pasaron los siglos, surgieron algunas diferencias de valores y no sólo teológicas. Pero la grandeza de los valores judeocristianos es que combinan lo mejor de ambas tradiciones religiosas y echan a un lado algunos de sus aspectos más débiles.
Por ejemplo, el énfasis cristiano en la fe sobre las obras a menudo lleva a la fe sin las obras. Sin embargo, el énfasis judío en las obras sobre la fe hace que muchos judíos abandonen a Dios y valoren sólo las obras, lo que significa más a menudo adoptar destructivas creencias radicales laicas.
Los valores judeocristianos combinan las fuerzas de ambas religiones: El énfasis judío por las obras morales en este mundo con el énfasis cristiano de poner a Dios en el centro de nuestra escala de valores y obras.
Otro ejemplo es la habilidad cristiana americana de permanecer fiel a Dios como centro de la vida, mantener las creencias tradicionales y al mismo tiempo ser totalmente partícipe de la sociedad moderna. Generalmente ése no ha sido el caso en la vida judía. Por siglos, los judíos que creían en Dios como el centro de su vida y en la Torá vivieron retraídos de la sociedad. Lo hicieron porque: 1) El antisemitismo los confinó a guetos; 2) Los rituales de las leyes judías restringían el contacto con los no judíos cada vez más; 3) Los judíos son un pueblo y no sólo un grupo religioso.
Por otra parte, los rituales judíos han mantenido vivo el judaísmo y a los judíos mientras que el abandono cristiano de los rituales (como por ejemplo observar el descanso del Sabbat los sábados) les ha hecho daño. La unidad del pueblo judío ha asegurado que se tomaran medidas cuando se perseguía a otros judíos, mientras que los cristianos han hecho poco a favor de otros cristianos perseguidos por ejemplo los cristianos terriblemente perseguidos bajo el comunismo, los coptos en Egipto, los católicos maronitas del Líbano y los cristianos de Sudán.
En resumen, a pesar de las diferencias, judíos y cristianos se necesitan unos a otros y el judaísmo y el cristianismo se necesitan igualmente. El sistema de valores judeocristianos se ha convertido en una poderosa fuerza moral sin par. Entre sus muchos logros está ser el primer contribuyente de la grandeza americana.
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