Hacer la política federal más favorable al matrimonio

EL PROBLEMA

La institución del matrimonio une a madres y padres en la más pequeña de las comunidades, reforzando los lazos con sus hijos y fortificando vínculos a través de generaciones. El matrimonio es la base necesaria de la familia y por tanto esencial para la existencia y bienestar sociales. La erosión de la institución matrimonial por tanto afecta a comunidades pequeñas y grandes, reduciendo la felicidad humana, debilitando la sociedad civil, produciendo consecuencias sociales negativas e imponiendo considerables costos nuevos a los contribuyentes. Las políticas federales de impuestos, salud y protección social frecuentemente minusvaloran los beneficios de formar familias casadas y mantenerlas unidas.

LOS HECHOS

  • El declive del matrimonio se debe a muchas causas. En los pasados 40 años, los nacimientos fuera del matrimonio han ido del 10% del total al 40.6% en 2008. El divorcio amistoso, los cambios en actitudes sociales y la religiosidad, las políticas de protección social destructivas para la unidad familiar y los movimientos políticos radicales han contribuido a un debilitamiento gradual del matrimonio.
  • El costo social del declive del matrimonio es enorme. A los hijos que se crían en hogares de padres casados les va mejor en toda medida significativa de bienestar y logro personal. Rinden más en la escuela, cometen menos crímenes, caen menos en conductas riesgosas, experimentan menos pobreza y tienen menos problemas maritales como adultos. El costo anual de los beneficios sociales según ingresos es, contando solo a los padres solteros, de $300,000 millones.
  • El índice de divorcios se está estabilizando, pero aún es alto. Este índice cayó en 2009 por primera vez en años, pero la debilitada economía impone más tensión a largo plazo sobre los hogares de gente casada. Las familias de más bajos ingresos y sus hijos se ven más afectadas por las altas tasas de ruptura matrimonial y tienen menos recursos para lidiar con los efectos de la ausencia del padre.

LAS SOLUCIONES

  • Derogar nuevas penalizaciones del matrimonio que se introducen con Obamacare. La Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA) provee créditos fiscales para la compra de seguros médicos, pero sus caracterísiticas imponen nuevas penalizaciones al matrimonio que pueden superar los $10,000 anuales para ciertas parejas. Estas penalizaciones son otra poderosa razón para la derogación de Obamacare y la promulgación de verdaderas reformas.
  • Acabar con la penalización por matrimonio de la asistencia social. Los actuales programas sociales según ingresos penalizan a los beneficiarios de bajos ingresos que deciden casarse. Estas penalizaciones antimatrimonio deberían reducirse o eliminarse.
  • Financiar una campaña publicitaria para promover los beneficios del matrimonio. Los programas como la “Iniciativa para el matrimonio sano” del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) pusieron el énfasis en los duraderos beneficios del matrimonio que repercuten sobre los hijos y promovieron que las parejas de bajos recursos en riesgo de caer en la dependencia gubernamental se casaran y mantuvieran su matrimonio. Debería incrementarse la financiación a estos programas y no diluirse con iniciativas separadas para la formación laboral y similares. El mensaje sobre el matrimonio, incluyendo anuncios de servicio público, debería dar información sobre la importancia del matrimonio a personas en comunidades con alto riesgo de procrear hijos fuera del matrimonio, y poner énfasis en los beneficios para los hijos de vivir con una madre y un padre en matrimonio.

 

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