¿Que es la negociación colectiva gubernamental?
- Monopolio legal: La negociación colectiva del gobierno concede a los sindicatos un monopolio sobre la fuerza laboral pública. El gobierno tiene que contratar a trabajadores según los términos que el sindicato negocia. No puede contratar a trabajadores que compitan por esos puestos.
- Sector privado contra sector público: Los sindicatos funcionan en el gobierno de forma diferente que en el sector privado. Los sindicatos del sector privado negocian sobre beneficios limitados. La competencia de otros negocios moderan las exigencias salariales. Los gobiernos no tienen utilidades y no se tienen que enfrentar a ningún competidor. Los sindicatos gubernamentales negocian para conseguir más dinero del contribuyente.
- Ponen en riesgo servicios públicos: Cuando los sindicatos gubernamentales hacen huelga, pueden privar a los ciudadanos de servicios básicos – como la educación infantil – hasta que se cumplan sus exigencias.
Historia de la negociación colectiva del gobierno
- Antes los sindicatos la rechazaban: Los líderes sindicales de antes no creían que hubiera lugar para sindicatos gubernamentales. En 1955, George Meany, el entonces presidente del sindicato AFL-CIO declaró: “Es imposible negociar colectivamente con el gobierno”. En 1959, el Consejo Ejecutivo del sindicato AFL-CIO afirmaba; “En términos de procedimientos aceptados para la negociación colectiva, los trabajadores del gobierno no tienen ningún derecho más allá de peticionar al Congreso – un derecho a la disposición de todo ciudadano”.
- FDR: El presidente Franklin Delano Roosevelt (D) otorgó a los sindicatos amplios poderes para negociar colectivamente en el sector privado pero los excluyó del gobierno. FDR creía que la negociación colectiva no tenía lugar en el servicio público y que una huelga del gobierno sería “impensable e intolerable”.
- Cambio de opinión: La afiliación sindical en el sector privado alcanzó su máximo durante los años 50. Los sindicatos pasaron a ver a los empleados públicos como nuevos miembros pagadores de cuotas sindicales. Algunos estados, como Virginia y Carolina del Norte aún rechazan negociar el gasto público con los sindicatos gubernamentales. El 52% de los afiliados sindicales en Estados Unidos ahora trabajan para algún gobierno.
Las consecuencias de la negociación colectiva del gobierno
- Influencia sobre el gobierno: Otorgar a los sindicatos un monopolio sobre el trabajo público da a los sindicatos una enorme influencia sobre presupuestos e impuestos. Los sindicatos utilizan este poder para aumentar impuestos y conseguir que una mayor parte del presupuesto vaya a ellos.
- Paga inflada del gobierno: Los sindicatos gubernamentales logran que sus miembros ganen por encima de la remuneración establecida por el mercado. El empleado público promedio disfruta de mejores beneficios por enfermedad, de mejores pensiones, de mejor seguridad en el empleo y de una jubilación anticipada que el trabajador promedio del sector privado, aunque los sueldos de pago en efectivo generalmente no están tan inflados a nivel estatal o local.
- Cuotas sindicales obligatorias: En los 28 estados sin derecho a trabajar, los sindicatos negocian disposiciones que obligan a los empleados públicos a pagar cuotas sindicales o a ser despedidos. Esto se traduce en miles de millones de dólares para las arcas sindicales.
- Función pública politizada: Los sindicatos gubernamentales tienen el poder para elegir la directiva con la que negociará, por eso gastan enormes sumas de dinero para elegir a los políticos que les prometen concesiones. Los sindicatos gubernamentales fueron los mayores donantes a campañas políticas en el ciclo electoral 2010, con la excepción de los dos partidos principales.
¿Qué sobre Wisconsin?
- En Wisconsin: El gobernador Scott Walker (R) está reformando la negociación colectiva. Su propuesta le devuelve el control al votante sobre la mayoría de las decisiones de gasto pero no elimina totalmente la negociación colectiva.
- Reformas: La propuesta de Walker confina a los sindicatos gubernamentales a negociar sólo sueldos pero no beneficios o reglas laborales (como por ejemplo, garantías de trabajo para profesores que no cumplen con los estándares). Los votantes tendrían que aprobar cualquier aumento salarial más allá de la inflación. Los sindicatos tendrían que demostrar que tienen el respaldo de una mayoría de sus miembros a través de una votación secreta anual. Wisconsin dejaría de subvencionar la recogida de fondos para los sindicatos al dejar de cobrar las cuotas sindicales a través del sistema de pago de sueldos y ya no podría despedir a los trabajadores que optasen por no pagar cuotas sindicales.
- ¿Es esto reventar a los sindicatos?: Un sindicato sólo “se revienta” si se fuerza a sus miembros a abandonar el sindicato. Dar a los empleados la opción de pagar o no pagar caras cuotas sindicales difícilmente se puede llamar reventar a los sindicatos. Bajo el plan de Walker, los sindicatos de Wisconsin todavía tendrían un considerable poder negociador, mayor incluso que el de los sindicatos de empleados federales.
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