Demasiadas veces hemos visto lo mismo: Un pueblo se levanta contra sus tiranos en busca de libertad. Sus esfuerzos no siempre acaban bien, pero hay pueblos valientes que se levantan y aunque caen, se vuelven a levantar en su clamor por la libertad.
Ése es hoy el caso de Venezuela. Después de que se le cayera la careta al Socialismo del Siglo XXI —que es idéntico al del siglo XX, o sea repartidor de muerte, miseria e injusticia en nombre de todo lo contrario— el pueblo venezolano ha ido despertando ante las realidades del chavismo y luego del madurismo. Se cansó de las mentiras y promesas socialistas y dijo basta ya.
En los últimos años hemos visto a una Venezuela distinta con manifestaciones multitudinarias contra el statu quo, encarcelamientos contra la oposición, la represión cruel y asesina del Estado, sin olvidar esas tiendas vacías, esas colas interminables para ver si había algo a la venta, tan parecidas a aquellas en los países comunistas como la Unión Sovética; esos enfermos muriendo por falta de medicinas…
Y a pesar de la durísima represión, los venezolanos no se han amilanado y siguen peleando por su libertad. Puede que ésta sea la vencida. La valentía del presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, declarándose presidente interino y el subsiguiente reconocimiento público del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pueden haber marcado el punto de inflexión en la lucha de los venezolanos por recuperar su democracia y acabar con el chavismo-madurismo.
Esto es sólo el principio del fin del tirano Maduro y su camarilla. En estos momentos, Guaidó es la figura que lidera esa lucha en Venezuela. Trump es el que ha abierto las compuertas del apoyo de la comunidad internacional. A la rápida iniciativa de Trump se le han sumando: Canadá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Brasil, Paraguay, Argentina, Costa Rica y la OEA. Lamentablemente, el gobierno socialista de la Madre Patria, España; la siempre retraída Unión Europea y el gobierno izquierdista de México se mantienen silentes.
Las revoluciones suelen ser sangrientas porque los tiranos se resisten a dejar el poder. Sin embargo, en Venezuela ya se está resquebrajando poco a poco la resistencia militar. En estas emocionantes imágenes se ve cómo miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, en vez de atacar a los manifestantes, se dan la vuelta sin intentar reducirlos. Es una potentísima señal más de que algo es distinto esta vez. Algo está cambiando.
¡Venezuela, libertad!