Cómo lograr que la educación superior sea más asequible

El presidente Obama ha propuesto un nuevo plan para limitar los pagos de préstamos estudiantiles a un 10% del ingreso discrecional del prestatario. Los prestatarios con ingresos que están un 150% por debajo de la línea de pobreza federal (aproximadamente, $33,000) no estarían obligados a realizar pagos y el saldo del préstamo quedaría condonado a los 20 años para un trabajador del sector privado y a los 10 años para un empleado público.

Dado que los prestatarios universitarios toman préstamos voluntariamente para obtener un diploma universitario, no está claro por qué el gobierno federal desearía reducir sus pagos. Esta propuesta trasladaría el pago de la educación postsecundaria del estudiante o prestatario (la persona que se beneficia directamente con el diploma universitario) a los contribuyentes. En 2005, la Oficina del Censo informó que las ganancias anuales de un trabajador con un diploma universitario son aproximadamente el doble del ingreso anual de una persona que solo obtiene un título secundario. La mayoría de los adultos estadounidenses no tiene diplomas universitarios. Trasladar la carga de cancelar los préstamos estudiantiles de los graduados universitarios a los contribuyentes, muchos de los cuales no asistieron a la universidad, plantea cuestionamientos serios respecto de la equidad.

Aumento de los subsidios, aumento de los costos universitarios

El subsidio federal total para estudiantes (que incluye becas, préstamos y beneficios impositivos) fue de $117 mil millones durante el año académico 2008 – 2009, un aumento del 99% en 10 años. [1] No obstante, el pago de la universidad sigue siendo un desafío para los estudiantes y sus familias.

El problema de la asequibilidad surge por los costos universitarios que aumentan constantemente. El precio de la matrícula y los aranceles universitarios creció en un 439% desde 1982, más de cuatro veces el crecimiento del índice de inflación (índice de precios al consumidor: 106%) y casi el doble del costo de la atención médica (251%). [2]

Algunos economistas argumentan que el crecimiento constante en el gasto público por subsidios para estudiantes es un factor clave que ha permitido que las universidades aumenten sus gastos y, en última instancia, eleven los precios de la matrícula y otros costos. [3] Esto sugiere que aumentar los subsidios para estudiantes provocó que los estudiantes sufran en menor medida los aumentos de precios y facilitó el crecimiento continuo en los costos de matrícula.

En este respecto, la propuesta del gobierno de Obama de reducir el monto que los prestatarios deben pagar por los préstamos estudiantiles no abordaría la causa de origen del problema de la asequibilidad universitaria. De hecho, probablemente lo exacerbaría.  Sería más probable que quienes deseen estudiar saquen mayores préstamos y, por tanto, no se vieran tan afectados por los costos de la matrícula universitaria. También es posible que saquen préstamos que finalmente no puedan pagar, lo que aumentaría las instancias de incumplimiento de pagos y elevaría los costos.

Una nueva solución: Cómo el aprendizaje en línea puede reducir los costos universitarios

En vez de continuar expandiendo los subsidios federales para los estudiantes universitarios y los prestatarios universitarios, los autores de políticas y el sector privado deberían enfocarse en estrategias para reducir los costos universitarios. Una estrategia prometedora es fortalecer la competencia entre los proveedores de educación superior al aprovechar el poder de la tecnología y el aprendizaje en línea.

Ya se está implementado en la educación K-12. Los estados y distritos escolares están usando cada vez más tecnología o aprendizaje en línea para mejorar el dictado y la eficiencia de la educación primaria y secundaria. Un millón de niños de toda la nación participan en algún tipo de aprendizaje en línea. [4] En la actualidad, 27 estados ofrecen escuelas virtuales en todo el estado que permiten que los estudiantes tomen clases en línea, y 24 estados y el Distrito de Columbia permiten que los estudiantes asistan a la escuela virtual la jornada completa. [5]

Durante años, muchas instituciones de educación superior han ofrecido instrucción en línea. Pero estas universidades compiten principalmente contra instituciones tradicionales de educación superior. No obstante, existen dos tendencias que tienen la posibilidad de cambiar eso.

En primer lugar, una creciente cantidad de instituciones de educación superior están ofreciendo contenidos (que incluyen lecciones y materiales instructivos) en línea y gratuitamente. Por ejemplo, el Instituto de Tecnología de Massachusetts ahora publica casi todo el contenido de sus cursos en línea gratuitamente mediante la iniciativa OpenCourse Ware.[6] Según se informa, el sitio web ha recibido 90 millones de visitas de casi todos los países.[7]

Muchas otras universidades también publican contenidos instructivos en línea. El programa Apple iTunes, por ejemplo, ofrece una sección “universitaria” que permite descargar gratuitamente las lecciones de muchas universidades, incluso Yale, Stanford, UC Berkley, Oxford y Cambridge.

En segundo lugar, los programas de crédito por examen están en aumento.[8] Estos programas, al igual que la Colocación Avanzada y el Programa de Exámenes de Nivel Universitario, permiten a los estudiantes obtener créditos universitarios al estudiar y rendir un examen en forma remota. Gracias a este tipo de programas, un estudiante puede obtener créditos universitarios de manera autodidacta a una fracción del costo de un curso universitario tradicional.

Estas dos tendencias podrían disminuir considerablemente los costos de la matrícula y otros gastos estudiantiles. Además, si más estudiantes aprovechan estas oportunidades, podrían replicarse otros aspectos importantes de la instrucción universitaria en un contexto en línea.

Por ejemplo, los programas de tutoría en línea para la educación K-12 y postsecundaria ya son comunes. Si más estudiantes se inscriben en los programas de créditos por examen, es posible que muchas opciones de tutoría en línea estén disponibles rápidamente para replicar el tipo de instrucción individualizada que un estudiante espera tener en un entorno universitario tradicional.

Formas de “reventar” la burbuja de la matrícula universitaria

Estas tendencias tienen la posibilidad de reducir drásticamente los costos y eliminar lo que algunos observadores han denominado la “burbuja de la matrícula universitaria”. [9] Esto presenta a los autores de políticas y al sector privado una estrategia mejor para resolver el problema de la asequibilidad universitaria.

  • Menores costos al mejorar la eficiencia. Las universidades e institutos terciarios deberían mejorar la eficiencia para los estudiantes mediante la reducción de los costos, por ejemplo, al ofrecer instrucción en línea y opciones de créditos por examen.
  • Los gobiernos estatales pueden alentar la innovación. Los estados con muchas instituciones públicas postsecundarias pueden expandir las ofertas de sus cursos en todo el estado mediante el aprendizaje en línea o, incluso, ofrecer contenido en línea gratuitamente y de este modo permitir que gente de diferentes contextos pueda beneficiarse de las ofertas de educación superior del estado. Los estados también podrían expandir sus opciones de crédito por examen en sus universidades estatales.

Beneficios para estudiantes y contribuyentes

Con el paso del tiempo, el aprendizaje en línea de bajo costo podría mejorar drásticamente el acceso a la educación superior y lograr ahorros significativos. Además del gasto estimado de $117 mil millones que otorga el gobierno federal en subsidios para estudiantes, los gobiernos estatales y locales actualmente gastan aproximadamente $192 mil millones en universidades e institutos terciarios por año. [10]

Las décadas de subsidios gubernamentales para estudiantes en constante crecimiento han fracasado en la resolución del problema de asequibilidad universitaria. El plan más reciente del Presidente Obama para subsidiar a los prestatarios universitarios, que traslada los costos de los estudiantes a los contribuyentes, no abordaría el problema de raíz: los costos universitarios descontrolados. En vez de continuar aumentando el gasto y los subsidios gubernamentales, los autores de políticas deberían enfocarse en estrategias que reduzcan los costos universitarios.

© Heritage.org

Referencias

[1] College Board, “Trends in Student Aid: 2009,” en https://www.trends-collegeboard.com/student_aid/pdf/2009_Trends_Student_Aid.pdf (26 enero 2010).

[2] National Center for Public Policy and Higher Education, “Measuring Up 2008: The National Report Card of Higher Education,” en https://measuringup2008.highereducation.org/print/NCPPHEMUNationalRpt.pdf (11 enero 2010).

[3] Por ejemplo, vea Andrew Gillen, “Financial Aid in Theory and Practice: Why It Is Ineffective and What Can Be Done About It,” Center for College Affordability and Productivity, abril 2009, en https://www.centerforcollegeaffordability.org/uploads/Financial_Aid_in_Theory_and_Practice.pdf (28 enero 2010); Richard Vedder, “The Real Cost of Federal Aid to Higher Education,” Heritage Foundation Lecture No. 984, 12 enero 2007, en https://www.heritage.org/Research/Education/hl984.cfm.

[4] Dan Lips, “How Online Learning Is Revolutionizing K-12 Education and Benefiting Students,” Heritage Foundation Backgrounder No. 2356, 12 enero 2010, en https://www.heritage.org/Research/Education/bg2356.cfm.

[5] Ibid.

[6] For more information, see “MIT OpenCourseWare,” at https://ocw.mit.edu/OcwWeb/web/about/about/index.htm (26 enero 2010).

[7] MIT OpenCourseWare, “Site Statistics,” en https://ocw.mit.edu/OcwWeb/web/about/stats/index.htm (26 enero 2010).

[8] Dennis Carter, “‘Credit by Exam’ Expands Student Options,” eSchoolNews.com, 13 noviembre 2009.

[9] Maurna Desmond, “The Coming College Bubble?,” Forbes, 23 octubre 2008.

[10] National Center for Education Statistics, “Digest of Education Statistics 2008,” Tabla 8, en https://www.nces.ed.gov/programs/digest/d08/tables/dt08_028.asp?referrer=list (26 enero 2010).

 

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